Asi llego el lunes y nos dispusimos a buscar casa, recorriendo toda Ushuaia y visitando distintas casas que, al compararla con la casa de Cris, nos parecian horrorosas. Volvimos el lunes cansados y algo preocupados ante la perspectiva de tener que alquilar algo en la ciudad, parecido a cualquier casa de cualquier parte del mundo, aunque dispuestos a tener paciencia. Pero no hizo falta. Por la noche vino a vernos un angel en forma de vecina y amiga de la pandilla que nos ha adoptado, que se habia encontrado con unos vecinos del barrio, en la misma calle de Cris, que tenian una casita libre. Bien.
Fuimos a verla al rato y enseguida nos entendimos. La casita es justo lo que andabamos buscando, soñando, una casita pequeña dentro de la parcela de nuestros caseros -una pareja de nuestra edad con una hija, Sara, encantadora- con una planta baja con la cocina y la futura sala de estar, llena de cristaleras, y una planta alta con unas vistas preciosas, increibles, hermosisimas.
¡Ah, y tenemos wifi que nos llega de cuando en cuando! Pronto lo conseguiremos estabilizar, yo por lo pronto empiezo el lunes a estar presente en el mundo traductil, poco a poco, probablemente lo haga desde la biblioteca del pueblo hasta que tengamos aqui una mesa y el internet estable. Por ahora queda mucho por hacer, con paciencia, con el ritmo pausado de la ladera en la que estamos, disfrutando con tranquilidad del sitio y de la gente que nos encontramos.
PD: Este fin de semana intentare reformatear el ordenador para recuperar los acentos perdidos, e intentare colgar fotos en las entradas sin fotos. ¡Besos a todxs!