Es una zona de indios guaraníes, vertebrada por el rio Paraná. Los guaraníes consiguieron sobrevivir a las invasiones de los últimos siglos y han llegado hasta el s. XXI conservando bien viva su lengua.
San Ignacio es también el lugar que eligió Horacio Quiroga para establecerse.
Tras pasar 3 noches en San Ignacio cambiamos el oriente selvático por el occidente semidesértico. Este país es enorme, muta, da cabida a infinidad de colores. Pasamos veinte horas en uno de esos buses cómodos de por aquí, con sillones anchísimos, reclinables, en casi camas, con servicio de azafatas... no deja de ser un bus, pero se hace muy soportable
Salta es la capital del noroeste argentino, nada que ver con lo sentido en estos cinco meses. Esto se parece más a lo que uno se imagina de sudamérica. El paisaje es seco y árido, uno podría creerse en el Rif.
Al llegar el lugar nos decepcionó un poco. Eso no parecía un lugar tradicional, era un gran edificio dividido en múltiples salones interconectados por puertas, nada que ver con la tasca cutre que uno se imaginaba. Nos sentamos, pedimos una botella de vino de la casa. La gente de alrededor era sin duda argentina. Poco a poco el lugar se fue llenando. Al fondo se empezó a escuchar una guitarra. Pedimos de comer: empanadas, humitas, tamales. En el salón de al lado se abrió el estuche de una guiarra. Media botella de vino más, por favor. Luego algo más de comer, más música, más vino. Perdimos la cuenta. Ara empezó a poner en práctica los bailes tradicionales aprendidos en la escuela y, mientras en el salón de al lado llegaron a juntarse 3 guitarras, un violín y un millón de voces, en este bailaba todo el mundo. Cuando nos fuimos llegaban más tambores y guitarras, todo el mundo nos despidió efusivamente, llevábamos la borrachera más importante y feliz desde que llegamos al continente, creo que hasta le cantamos por bulerías al taxista. Y es que a veces sienta muy bien resetearse.
PD: Estamos esperando un bus a Buenos Aires, llegamos mañana. Como en estos días no hemos tenido acceso a internet, estoy escribiendo esto en falso directo, copiándolo desde mi libreta de viajes de papel. Todavía faltan un par de entradas para contar la última semana del viaje.
Genial post. Digno de Eduardo Mendoza.
ResponderEliminar